martes, 16 de mayo de 2017

Actividad Bloque 3: La hora del cuento

Esta actividad está centrada en el objetivo principal de descubrir la literatura infantil a nuestras alumnas y alumnos a través del placer. Nuestra actitud, nuestros gestos, nuestros juegos de mirada, nuestra voz, serán las herramientas que utilizaremos para transmitir las historias más emocionantes a nuestros alumnos. Los cuentos nos ofrecen la posibilidad de transportar a nuestros alumnos/as a otros mundos a través de su imaginación. Los adultos nos convertimos en los pilotos que les guían por apasionantes historias y aventuras.

Realicé la actividad del taller cooperativo con dos compañeras de clase: María Sáiz y Patricia Martín. En primer lugar, Patricia y yo nos pusimos en contacto porque nos conocemos del curso pasado. Después amadrinamos a María Sáiz (que no tenía compañeros/as) y creamos un grupo de Whatsapp donde nos pusimos de acuerdo en la estrategia que realizaría cada una. Mis compañeras eligieron primero y a mí no me importó quedarme con la estrategia de cuentacuentos.

Una vez elegida la estrategia, comenzó mi proceso de preparación. Primero busqué un libro infantil con el que poder utilizar esta técnica. Como estoy realizando mis prácticas en una Escuela infantil me resultó fácil elegir un libro para hacer la actividad.  Mi tutora suele contar el cuento de Pilocha  en el aula de 2-3 años a la hora de la siesta, cuando todas las niñas y los niños están tumbados en sus colchonetas y se preparan para dormir un rato.

Pilocha es una pequeña rama que sueña con ser una niña. Sus amigos los animales le van enseñando qué es lo que tiene que hacer para completar su cuerpo. Una vez que se convierte en una niña le van ocurriendo varios problemas que le permiten darse cuenta de las necesidades que tienen todos los niños y las niñas.


Desde un principio me planteé si la hora de la siesta no era el contexto ideal para poder desarrollar la técnica del cuentacuentos. Fundamentalmente porque no permite que los niño/as y las niñas del aula estén posicionados para poder ver la actuación del narrador. Finalmente me decidí por proponer esta situación porque me parece que el momento previo a la siesta crea un clima que es propicio para fomentar el placer de escuchar cuentos gracias al silencio y la calma que proporciona. Como los niños/as se encuentran separados/as cada uno en sus camitas, tampoco se molestan entre sí. Además, en el aula de 2-3 años de la Escuela Reggio “las Tablas” cuentamos con dos educadores/as por aula. Esta característica permite que si algún niño/a tiene alguna una necesidad durante la narración, uno/a de los educadores/as le atienda sin tener que detener la misma.

Para poder preparar el taller cooperativo que había que hacer en clase de Literatura practiqué con mi aula de prácticas en la hora de la siesta. ¡La verdad es que aprendí un montón de cosas en el proceso!
Personalmente, creo que Pilocha es un cuento muy especial. Su autora es Maite Cordero.

Otra cualidad muy importante del narrador del cuentacuentos, ha de ser la de filtrar aquellos momentos en los que las aportaciones de los alumnos son “más adecuadas o menos”, en el sentido en el que, a la edad de 2-3 años todavía están aprendiendo a respetar los turnos de palabra y puede que necesiten interrumpir para dar su opinión. El narrador debe ser capaz de atender ese comentario, hacer una pausa para dar voz a ese alumno/a y seguir con el cuento. Esta habilidad para seleccionar cometarios aleatorios, se basa en el conocimiento de la personalidad de los niños y las niñas y la capacidad de readaptación del maestro a las circunstancias.

Al proponer esta estrategia en el momento previo a la siesta, las preguntas para poder conocer de qué se han enterado los niños y las niñas del aula quedan relegadas a otro momento, como por ejemplo una asamblea por la tarde. Lo más importante es poder saborear el disfrute del cuento, la literatura se regala y por lo tanto no tiene un objetivo didáctico sino que es un fin en sí misma. En la asamblea haría preguntas para saber qué les ha gustado más o qué opinan sobre el hecho de que Pilocha quiera ser una niña.

Creo que mi propuesta se ajusta a las necesidades y capacidades de un curso de 2-3 años de Infantil y su desarrollo evolutivo porque son capaces de asimilar y nominar  los objetos, los animales y las partes del cuerpo que en este cuento se mencionan. Las situaciones que se dan en el cuento de Pilocha forman parte de su día a día y favorecen la representación preoperatoria. La mayoría de los niños de 2-3 empiezan a controlar los esfínteres u otras necesidades fisiológicas como el hambre. Ofrece una historia muy simple que permite a los niños/as de 2-3 año seguir la narración del cuento. 

Según explica Francisco Cubells, en la etapa animista en la que se encuentran los niños de 2-3 años los temas favoritos son historias sobre animales (en este caso una rama) humanizados. Así mismo, los niños/as se vean reflejados/as en la protagonista de la historia. El vocabulario y el lenguaje está adaptado a la edad a la que va dirigido al igual que ofrece una estructura argumental cronológica muy sencilla en la cual cobran importancia la sucesión de acciones .

Para el taller cooperativo de comunicación literaria en la sesión presencial de Literatura:

- Elegí ser una narradora misteriosa que les iba a contar un cuento.
- Introduje una fórmula para empezar: Érase una vez..
- Una fórmula final: colorín colorado, este cuento se ha acabado y colorín colorete por la chimenea salió un cohete.
- Hice pausas misteriosas
- Subía y bajaba el volumen de mi voz para proporcionar ¡sorpresa! o ¿secreto? Cambié de tono de voz (para distinguir los diferentes personajes o sus emociones).
- El cuento incluye onomatopeyas: ¡Ay! ¡ay! ¡ay! … ¡me muero!
- Personificación: una rama de un árbol y los diferentes animales que van ayudándole.
- Introduje preguntas durante el cuento hacia mis compañeras Patricia y María: ¿Qué creéis que le pasaba a Pilocha?
- Al contarlo, intentaba gesticular con mi cara, expresando el estado de ánimo del personaje (dolor, alegría, emoción, etc.).

Autoevaluación:


Me dio la sensación de que mis compañeras disfrutaron durante mi cuentacuentos. Por sus expresiones parecía que todo salió según lo esperado. A pesar de no tener mucha confianza con mis compañeras y del hecho de estar sentadas unas de otras demasiado cerca, creo que conseguí crear un clima cálido, en el cual (sin desviar mi mirada) ofrecí un relato lo más inspirador e imaginativo que pude. Soy consciente desde hace muchos años que necesito vocalizar más (sigue siendo uno de mis muchos asuntos pendientes en el cual sigo trabajando). 

Al terminar, mis compañeras aplaudieron mi trabajo personal y me transmitieron su percepción. Fueron dos opiniones muy positivas, aunque también me indicaron un asunto que podía mejorar: el juego de voces con los diferentes personajes.

Cuando preparaba el cuenta cuentos de Pilocha decidí aprenderme la mayoría del texto (pero no todo), como dentro de un contexto. Más tarde, en el riguroso directo, no me centré en narrar escrupulosamente lo que había memorizado, sino la trama de la historia, de esta manera no me puse tan nerviosa y pude disfrutar más de mi dramatización.

A continuación os adjunto el cuento original de Pilocha:

Había una vez un bosque. En el bosque un árbol, y en el árbol una rama, una rama... que no quería ser rama. Un día de tormenta se partió la rama.
-¡Yupi, estoy libre! Ahora podré jugar, correr y saltar como una niña.
- Qué tonterías dices - murmuró un gusanito - ¡Cómo vas a ser como una niña si no tienes cabeza!
- Ya sé, me pondré una sandía! - gritó - ¡Soy una niña, soy una niña!
- ¡Tonterías, las niñas tienen dos piernas y dos brazos! - dijo una lagartija que pasaba por allí.
- Ya sé, me pondré dos palos y unas ramas que terminen en palitos para tener manos.
Se los ató y gritó: ¡Soy una niña, soy una niña!
- ¡Tú no eres una niña!, no tienes ojos, ni boca, ni nariz, ni pelo - dijo un pájaro que estaba cerca.
- ¡Soy una niña, soy una niña!
- ¡Cuántas cosas!, buscaré una zanahoria para la nariz, dos castañas para los ojos, dos cáscaras de naranja para las orejas, un poco de hierba para el pelo y me haré la boca en la sandía.
- ¡Yupi soy una niña!, ¡Soy una niña!
- Croa, croa, croa, ¡qué tonterías!, eres un palo con una sandía; las niñas tienen cerebro, tripa, lengua y de todo.
La rama pensó que nunca sería niña y se puso a llorar y llorar.
-¡Soy una niña, soy una niña!
Los animales del bosque al verla tan triste llamaron a una estrella que concedía deseos.
- ¿Puedes ayudar a esta rama que quiere ser niña?
- Sí, pero antes tenéis que ponerle un nombre.
- Conozco un cuento de un muñeco que se llama Pinocho - dijo la rana.
- ¡Qué nombre tan bonito... PILOCHA, PILOCHA, PILOCHA! Exclamó la tortuga que era un poco sorda.
La estrella la convirtió en niña. Cuando la rama vio que tenía brazos, piernas, tripa y de todo se puso a saltar y cantar de alegría: ¡Soy una niña, soy una niña!
Tanto saltó y bailó que...
- ¡Ay, ay, ay! Me muero, me muero, me duele mucho la tripa.
- Croa, croa, croa, no te mueres, sólo tienes que comer; te duele la tripa porque no has comido - dijo la rana.
Pilocha cogió fresas y se las comió: -¡Humm... qué ricas!
-¡Ay, ay, ay! me muero, mi tripa, mi culito, me duele, me duele, me duele.
- Croa, croa, croa, ¡Qué te vas a morir! Las niñas después de comer tienen que hacer caca.
Pilocha hizo caca y como estaba tan cansada, ¡Plaff! se sentó encima.
- ¡Qué mal huele, nadie va a querer ser amigo mío con este olor!
- Croa, croa, croa, sólo tienes que lavarte.
Pilocha se lavó. Estaba muy contenta porque creía que había aprendido todas las cosas que hacían las niñas. Pero...
- ¡Ay, ay, ay, me muero, se me cierran los ojos, me caigo al suelo!
- Croa, croa, croa, ¡Qué te vas a morir! Sólo tienes sueño; las niñas por la noche tienen que dormir para poder soñar.
Pilocha cerró los ojos y se durmió. Entonces sintió las manos de su mamá que la despertaba.

FIN

Bibliografía
-Bortolussi, M.: Análisis teórico del cuento infantil. Alhambra.Madrid, 1985
-Jean, G.: El poder de los cuentos. Pirene. Barcelona, 1988.
-Guía académica de la asignatura “Literatura Infantil” (La Salle)
-Cuadros de orientación al tema
-Cubells, F. Evolución de los intereses del niño en relación con la literatura.
-Guía de lectura infantil y juvenil no sexista y coeducativa “La mochila Violeta”

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