sábado, 20 de mayo de 2017

Actividad final: Artículo

Reflexión personal

Los maestros somos unos privilegiados, cada día tenemos la oportunidad de sumergirnos en una piscina infinita de imaginación y de ilusión de la cual nutrirnos. Es muy emocionante vivir día a día con los más pequeños, con las historias que ellos cuentan, bien podrían escribirse montones de libros de éxito. Ellos tienen una visión del mundo que sólo la tienen las personas que son libres. Una visión contraria a la que normalmente tienen los adultos, que está oprimida en la lógica. Pienso que para poder entender la asignatura de Literatura (o la educación en general) es de vital importancia profundizar en esta idea.

En mi opinión, como maestros, tenemos la obligación de desvincularnos del concepto de maestro serio, para poder conectar con nuestros alumnos y disfrutar de nuestro trabajo compartiendo tantas horas a su lado. Para poder sentirnos partícipes del mundo de los niños tenemos que comprender que en su universo las reglas se estiran y se encojen a su antojo. Jugar con la literatura, vivir los cuentos y las historias. En definitiva, disfrutar más de la vida y recuperar la esencia de nuestra propia infancia nos acerca más a nuestros alumnos/as.

Como grandes privilegiados que somos, tenemos también una gran responsabilidad. Cada día tenemos que ser capaces de estimular su creatividad. Tenemos la obligación de fomentar un espacio en nuestras aulas que les empodere, un clima que nutra a personas curiosas, sensibles y respetuosas por encima de todas las cosas.

A veces soy muy visual. Mis pensamientos se desarrollan en imágenes y me encuentro como soñando. Otras veces me encuentro divagando en ideas que transformo en palabras. Me gusta pensar que cada niño y cada niña (al igual que yo) también es un universo y que como docentes nuestra obligación es la de entender qué nos cuentan con la mirada, escucharles para atender sus necesidades, sus gustos, y en base a esto adaptar nuestros recursos.

¿Os imagináis cuánto pueden llegar a aprender los niños con esa capacidad de absorber de la que disponen? Mientras estén motivados, ilusionados, aprenderán todo lo que esté a su alcance. Pero más allá de la incorporación de conocimientos me parece vital que en nuestras aulas no fusilemos esa inercia que poseen por hacerse preguntas. Comunicar, compartir, permitir que las niñas y los niños participen y hablen, que expresen sus sentimientos, sus emociones debe ser nuestra prioridad. Su curiosidad nos lanza preguntas todos los días sobre cualquier cosa. ¿Somos capaces de recoger sus dudas, promover un espacio compartido, en el que fomentemos el respeto por la palabra?

En definitiva, la literatura, por la infinidad de cualidades positivas que reúne es, desde mi punto de vista, una herramienta fantástica para recuperar el niño perdido que todos llevamos dentro.
Las puertas de nuestras aulas deben estar abiertas, no sólo para que entren las niñas y los niños, para que entren nuevas propuestas, nuevos libros, familiares talentosos que compartan con nosotros su arte de contar historias y cuentos. Es necesario dejar las puertas abiertas para que las ideas que hay en el aula también salgan y transformen el mundo.

En relación al blog de la asignatura, lo cierto es que ha sido un poco duro para mí ponerme a hacerlo. He gestionado mal los tiempos de la asignatura y he dejado todo para el último momento. Me llevo mal con mi ordenador, es como una relación de amor/odio ya que gracias a él consigo acceder a diferentes artículos y lecturas deliciosas que alimentan mis pensamientos y mi corazón. Pero para ser sincera del todo, he de reconocer (ahora que estoy al final del túnel) que mi problema provenía de la pereza que me daba ponerme a escribir y hora lo agradezco.

Por último, me gustaría darle las gracias a Irune, porque como docente y como persona representa todos los valores que anteriormente he mencionado. Ha enriquecido mi ideario con su persona permitiéndome imitar su estilo docente. Conocerla por el pasillo, en su despacho o en sus sesiones presenciales, me abre otra ventana.
 

1 comentario:

  1. María... te has dejado muchas cuestiones en el tintero. Creo que has leído el enunciado y has realizado la reflexión pero sin desarrollar los diferentes apartados.
    De todos modos, la reflexión es excelente.

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